Seguro médico: qué tener en cuenta para elegir la póliza perfecta

La contratación de pólizas creció durante el período de la pandemia COVID-19

Un total de 11.6 millones de españoles cuentan con un seguro médico, una clientela que ha crecido bastante en tiempos de pandemia, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), con datos de la UNESPA (la patronal de las aseguradoras).

¿Los motivos más frecuentes para contratar? La OCU apunta: acortar esperas, obtener asesoramiento médico en cualquier momento, disfrutar de servicios como la fisioterapia… Sea cual sea la razón, es importante contar con una póliza buena en sus prestaciones y ajustada en su precio. 

Para elegir bien la aseguradora, es fundamental conocer nuestras necesidades, tener claros los aspectos más importante para nosotros y saber qué uso vamos a darle. Después, es el momento de analizar lo que ofrece cada póliza. Estos son algunos criterios que debes tener en cuenta.

Cómo se paga

El seguro médico pueden tener o no copago. En los casos en los que existe copago, la prima (el pago que se hace cada mes) es más baja, pero cuando tienes que usar uno de los servicios que tienes contratados, debes pagar un ‘extra’. Los seguros sin copago tienen una prima más alta, pero está todo incluido. 

En este caso, deberás preguntarte: ¿voy a dar mucho uso a mi seguro médico o lo tengo más bien por una cuestión de prevención?

Qué incluye y qué no cada seguro médico

La mayoría de aseguradoras tiene un ‘paquete común’ en sus coberturas que incluyen las principales especialidades médicas. Estas suelen ser medicina general, enfermería, rehabilitación, pero también pediatría, ginecología u obstetricia. En cambio, no todas las aseguradoras incluyen la hospitalización o la cobertura dental. Del mismo modo, existen exclusiones: supuestos que la aseguradora no cubrirá en ningún caso como ciertas enfermedades.

También hay que tener en cuenta qué profesionales y centros sanitarios trabajan con cada aseguradora, ya que serán estos quienes finalmente te atiendan en caso de necesidad. 

Revisar qué incluye y qué excluye cada póliza, así como saber con qué hospitales, centros de salud y clínicas trabajan, nos ayudará a estar seguros de que se cumplen nuestras necesidades sin pagar de más. 

Período de carencia

Las aseguradoras tienen un período de carencia. Esto significa que hay un tiempo entre la firma de la póliza y poder disfrutar de los servicios contratados dentro de tu seguro médico. Esto se hace para que los clientes no contraten la póliza solo para realizarse alguna cirugía o tratamiento y después se dé de baja, lo que se traduciría como pérdidas para la empresa. 

Debemos conocer cuáles son los períodos de carencia en la aseguradora que vamos a contratar, para evitar vernos en la situación de necesitar algún servicio y no poder contar con él. 

Las enfermedades que el cliente ya tiene cuando se contrata la póliza se conocen como enfermedades preexistentes. Algunas aseguradoras aumentan el precio de la póliza o excluyen el tratamiento de dicha enfermedad en caso de existir una patología preexistente cuando se contrata la póliza. 

Todos estos aspectos deben estar claros, y debemos conocerlos con exactitud a la hora de elegir una compañía aseguradora u otra.

Edad y geografía

Algunas pólizas aumentan su precio conforme el cliente cumple determinada edad. Normalmente, 65 años. Conocer cómo va a evolucionar nuestra póliza con el paso de los años, sobre todo si estamos cerca de esa edad, también es un aspecto a tener en cuenta a la hora de contratar un seguro. 

Por último, hay que estudiar la cobertura geográfica. La mayoría de aseguradoras tiene cobertura nacional, e incluso internacional en algunos casos, pero comprobar que así es y que vamos a seguir contando con sus servicios fuera de nuestra comunidad autónoma es importante. 

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