La caída de estrógenos producida por la menopausia provoca a menudo que las mujeres sufran sequedad vaginal, dolor en las relaciones sexuales, atrofia o incontinencia urinaria. Estos síntomas también son a menudo referidos por mujeres después de dar a luz. La doctora Charo Checa advierte de que, aunque están muy normalizados y se asocian al posparto, si estos duran más de seis meses no suelen revertirse de manera natural.
El tratamiento habitual para los casos de atrofia vaginal era la terapia hormonal sustitutiva, y de la incontinencia urinaria, la cirugía. Pero el avance de la medicina regenerativa ya permite a estas mujeres olvidar dichos síntomas ‘activando’ de nuevo su cuerpo gracias al láser y pudiendo posponer la cirugía en muchos casos.
Este tratamiento está disponible en la clínica Clinimur, en Murcia. La doctora ginecóloga Charo Checa explica que este método “produce una quemadura localizada en la mucosa vaginal o a nivel de la vulva, que estimula la producción de fibras de colágeno y elastina, y forma una nueva malla natural con glándulas, nuevos vasos sanguíneos”.
Sin complicaciones con el láser vaginal
El láser vaginal, apunta la doctora Charo Checa, “se aplica en la consulta, en dos o tres sesiones, y con una reevaluación al cabo de un año. Los resultados se aprecian con la primera sesión, y a partir de los 20 días es cuando se produce la regeneración celular”.
Añade que “después de la sesión se produce una ligera molestia y se recomienda durante los primeros días evitar esfuerzos, relaciones sexuales o que se sumerjan. Es una quemadura y no conviene que se produzca una infección secundaria. Pero no pone la vida en pausa. Se puede trabajar, conducir”.
Este método permite dejar atrás la concepción de que los síntomas como la pérdida de orina o el dolor son normales tras dar a luz o en la menopausia. “Animamos a las mujeres a que lo hagan en los primeros síntomas. No puede ser que lleguen mujeres con grandes pérdidas de orina o que tengan mucho dolor en las relaciones sexuales. Se ha normalizado y no es normal. Lo normal es el bienestar”, concluye la doctora Charo Checa.