En la madrugada del pasado 6 de febrero, mientras Turquía dormía, varios terremotos sacudieron una gran parte del país causando miles de muertos y heridos.
Tras la que ya se conoce como una de las peores catástrofes naturales de las últimas décadas, el Equipo Técnico Español de Ayuda y Respuesta a Emergencias (START, en sus siglas en inglés) se desplazó a la zona afectada para prestar ayuda.
El director de enfermería de este equipo START es el enfermero murciano Francisco Robles, responsable de enfermería del Programa de Prevención del Cáncer Colorrectal de la Región.
Francisco Robles, que partió en la primera rotación del equipo START, pasó dos semanas en el país afectado por los terremotos.
En un primer momento, tuvieron que levantar de cero un hospital de campaña con capacidad quirúrgica y servicio de urgencias en menos de dos días. “Colaboramos todos como pudimos. Lo hicimos entre todos para tenerlo cuanto antes”.
Este hospital tenía capacidad para veinte adultos y cuatro niños, y para un total de unos 200 pacientes diarios, pero la realidad era que había días en los que esa cifra alcanzaba los 400 pacientes atendidos en una jornada. “Había muchísimo trabajo”, recuerda Francisco.
Más terremotos
Este trabajo incesante se vio más intensificado después de la tarde del 20 de febrero, cuando se produjo un segundo terremoto con una intensidad de 6,4.
Este temblor cambió radicalmente el ritmo de trabajo del equipo START. “Después de eso tuvimos pacientes más graves, porque había situaciones en las que las personas se tiraban de un segundo o tercer piso por miedo a que el edificio se les viniera encima, accidentes de tráfico, atropellos”, explica Francisco Robles.
El temblor causó la evacuación del hospital de referencia en la zona, y convirtió el hospital de campaña que había montado el equipo START en el centro de referencia.
Ese momento, en el que el suelo comenzó a temblar con fuerza, encontró al equipo START trabajando.
“Solo lo podemos describir como terror. Por la noche, o mientras cenábamos, sí notábamos terremotos, réplicas pequeñas, en las que temblaba un poco el suelo, pero eso fue un terremoto en el que la tierra se movía de arriba abajo. Perdíamos la estabilidad. Y no sabíamos qué iba a pasar”, narra Francisco Robles quien, como el resto del equipo, casi no tuvo tiempo de reponerse del miedo causado por el temblor. Enseguida tuvieron que volver a ponerse a trabajar, todavía a más velocidad e intensidad: “En las dos horas siguientes al temblor tuvimos una avalancha de paciente ”, recuerda.
Equipo START
El equipo sanitario del equipo START está formado por profesionales de una gran variedad de especialidades, que sumado al personal no sanitario, alcanza la cifra de 82 personas.
En el caso de Francisco Robles, la motivación que le llevó a inscribirse en este equipo está clara: “Siento necesidad de estar donde se necesite atención tras una catástrofe. Aunque hago falta a mi familia y en mi trabajo, sé que ahí hago más falta todavía”, explica.
“Quiero agradecer al personal sanitario que tuvimos en Turquía, ya que tuvieron una actitud buenísima y me lo pusieron muy fácil para hacer la labor de dirección de enfermería. También al Servicio Murciano de Salud y a la Consejería de Salud por la facilidad para que yo solo tuviera que preocuparme por hacer la maleta”, concluye Francisco Robles, enfermero y responsable de enfermería del Programa de Prevención del Cáncer Colorrectal de Murcia.
