El ‘ABCDE’ del melanoma

Los desencadenantes del melanoma son la genética y la exposición exagerada a los rayos ultravioletas de sol

El melanoma es un tipo de cáncer de la piel en el que los melanocitos proliferan sin control. Los melanocitos son las células que producen la melanina que dan el color a la piel, y que están en las capas profundas de la epidermis.

Aunque lo más frecuente es el melanoma de la piel, también puede desarrollarse en el ojo o en el intestino.

El melanoma es el más peligroso de los cánceres de piel porque maligniza y ‘metastatiza’, es decir, invade otros tejidos del organismo. Si se diagnostica y se trata de forma precoz tiene cura. Por ello y para evitar desenlaces fatales, es imprescindible realizar diagnósticos de forma temprana. 

El 70% de los melanomas se desarrollan sobre piel sana, y el 30% sobre lunares (nevus) o sobre ‘manchas marrones’ previas, que pueden ser de nacimiento o que se hayan adquirido.

Si se tiene más de 100 lunares, el riesgo de desarrollar un melanoma es muy elevado, y debe controlarse anualmente con el especialista, sobre todo si alguno de los lunares es de más de dos centímetros, crece o cambia de color. 

Causas del melanoma

Los desencadenantes del melanoma son la genética y la exposición exagerada a los rayos ultravioletas de sol, que alteran los melanocitos. La herencia es determinante, hay personas que tienen muchos lunares y se hereda de padres a hijos. Si es así, hay que extremar las precauciones y consultar al especialista desde que los niños tengan 10 años. 

El melanoma ha aumentado un 50% en los últimos diez años, ya que el 86% de los melanomas se deben a los rayos ultravioleta. 

Ahora la población se expone más tiempo, y con menos ropa, a los rayos de sol o se broncean en cabinas de luz ultravioleta A o B.

Los datos son alarmantes en Estados Unidos, donde una persona muere por melanoma cada hora. 

Como comentó el doctor Martínez Escribano en la Real Academia de Medicina y Cirugía de la Región de Murcia, uno de cada 20 nacidos en 2020 sufrirá un melanoma en su vida.

Cómo detectarlo

Sospechar de la existencia de un melanoma parecería sencillo porque la piel es un órgano visible, pero, aunque “se vean”, las personas no comprenden su significado y trascendencia. Para entender fácilmente la posibilidad de la existencia de un melanoma se ha descrito su ABCDE:

  • La A significa asimetría: a diferencia de los lunares benignos que suelen ser simétricos, los melanomas son asimétricos.
  • La B es de borde: en el melanoma los bordes suelen ser irregulares u ondulados.
  • La C hace referencia al color: en el melanoma, en un mismo lunar, varía la gama de colores desde marrón claro a oscuro o negro, o incluso blanco, azulado o rojo.
  • La D se relaciona con el diámetro: las manchas y lunares benignos son pequeños, pero los lunares malignos tienen un diámetro superior a 6 milímetros.
  • La E alude a la evolución en el tiempo: la mancha va cambiando de tamaño, de forma o de color.

Medidas de prevención

Para reducir el riesgo de desarrollar melanomas hay que guarecerse del sol. Se debe huir del sol desde las 10 de la mañana a las 6 de la tarde y caminar siempre por la sombra. Si fuera necesario estar al aire libre, hay que utilizar cremas con nivel de protección superior al 30+ o al 50+, que deben aplicarse cada dos horas.

Los bebés, hasta los 6 meses no deben exponerse al sol y las cremas protectoras se aplican solo en mayores de 6 meses.

Hay que llevar gafas de sol anti-rayos UV homologadas, vestir ropas adecuadas que cubran el cuerpo y gorras que tapen el rostro. 

Es vital ser sensatos y prevenir las quemaduras durante el bronceado. En definitiva: estar alerta a todas las edades, tomar todas las precauciones y aprenderse este alfabeto para acudir al especialista desde la primera sospecha.

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