Que la neumonía ‘no pase a mayores’ está en tu mano

Cada año, el 12 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Neumonía. Se trata de una infección de las vías respiratorias bajas que puede estar causada por bacterias como el neumococo, virus como el de la gripe, el SARS-CoV-2 o el rinovirus, y también originada por la acción de hongos.

La neumonía se transmite de persona a persona mediante contacto directo con secreciones respiratorias como mocos y saliva.

Los síntomas de la neumonía, que pueden llegar a ser muy graves, pueden incluir dolor torácico, escalofríos, dificultad para respirar, fiebre alta y tos productiva. Incluso después de que los principales síntomas hayan desaparecido tras el tratamiento, puedes sentirte cansado y no volver a la normalidad hasta pasados seis meses.

Como guía general, te puede ocurrir lo siguiente después de:

  • Una semana: la fiebre se debería haber ido.
  • Cuatro semanas: el dolor en el pecho y la producción de moco deberían haberse reducido sustancialmente.
  • Seis semanas: la tos y la falta de aliento deberían reducirse sustancialmente.
  • Tres meses: la mayoría de los síntomas deberían haberse resuelto, pero es posible que aún se sienta muy cansado (fatiga).
  • Seis meses: la mayoría de las personas se sentirá nuevamente normal.

En 2019, la neumonía provocó 2,5 millones de muertes en todo el mundo, incluidos 672.000 niños y niñas menores de cinco años.

En España, alrededor de 427 personas son hospitalizadas al día por neumonía -en base a las 155.996 hospitalizaciones registradas en 2019- y en 2019 se registraron 9.384 fallecimientos por esta causa.

Se trata, pues, de una enfermedad para la que ayudar a la prevención es clave. 

¿Quién puede coger neumonía?

Todos podemos padecer neumonía en algún momento de nuestras vidas. 

Sin embargo, son más susceptibles los niños y niñas menores de cinco años, personas mayores, y la población con enfermedades crónicas como patologías cardiacas, pulmonares, renales, hepáticas, diabetes e inmunodeficiencias, y con estilos de vida no saludables.

Hábitos como el tabaquismo, el consumo de alcohol, la malnutrición y algunos fármacos también se asocian con un riesgo aumentado de padecer neumonía adquirida en la comunidad.

Las consecuencias de la neumonía

Aproximadamente, el 41% de las neumonías adquiridas  en España entre el colectivo de adultos puede requerir hospitalización.

No solo eso, en el caso de los adultos de 50 años o más edad que son hospitalizados por neumonía adquirida en España, permanecen hasta trece días de media ingresados en el hospital. 

Por otro lado, las personas de más de 65 años tienen cuatro veces más riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular en los 30 días posteriores a haber sido hospitalizados por neumonía en comparación con quienes no han padecido la infección, a lo que hay que añadir que la rapidez de la recuperación dependerá de lo grave que sea la neumonía.

En este contexto, es importante señalar que la identificación precoz de la neumonía y el tratamiento adecuado salvan vidas.

Ayudar a prevenir

Prestar atención a tu estado de salud, mantener un estilo de vida saludable y seguir las recomendaciones de tu profesional sanitario son algunas medidas sencillas que pueden ayudar a prevenir la neumonía. 

Entre los hábitos saludables que puedes poner en práctica se encuentran seguir una alimentación saludable, hacer ejercicio regularmente, no fumar, evitar el consumo de alcohol, cuidar tu bienestar emocional, evitar la exposición a ambientes con elevada contaminación y mantener una correcta higiene y lavado de manos.

Ayudar a prevenir la neumonía ahora está en tu mano. Consulta a tu profesional sanitario.

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