La barba es una de las opciones de tipo estético para hombres que más cambios ha tenido a lo largo de la historia, y actualmente está en auge gracias a su versatilidad y a la llegada de nuevos estilos y diseños.
El problema es que a veces los hombres tienen poca densidad de pelo en esa zona o sufren alopecia, lo que les impide lucir una barba poblada y hermosa.
La solución en estos casos se está extendiendo también en gran medida: los injertos de barba. Este retoque estético, en concreto, es cada vez más recurrente en los hombres, según explican los cirujanos especializados en medicina capilar.
Entre las causas principales que pueden provocar poca densidad en la barba, se encuentran la influencia genética, el estrés o la ansiedad.
Del mismo modo, llevar hábitos de vida poco saludables como puede ser una mala alimentación o falta de ejercicio, algunas enfermedades o infecciones, la ingesta de ciertos medicamentos o las vacunas son otros factores que pueden llegar a provocar la aparición de las calvas en esta zona de la piel del hombre.
Técnicas y tratamientos
Para poner solución a los problemas de calvicie facial, la opción más demandada actualmente es el trasplante de barba.
La técnica FUE, la más empleada en la mayoría de los casos, es un procedimiento en el que se extraen folículos del propio paciente, que luego se trasplantan a las zonas con falta de barba.
Otra alternativa es el tratamiento de plasma rico en plaquetas, una opción para estimular la regeneración de los tejidos y que, además, aumenta la vascularización de los folículos pilosos, regenerando zonas de barba con poco pelo.
Por último, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones para conseguir una barba densa y poblada: mantener buenos hábitos de vida tanto de salud como alimenticios; así como evitar, en la medida de lo posible, accidentes que puedan suponer quemaduras o depilaciones de láser mal efectuadas; además de mantener la piel de la cara correctamente hidratada durante todo el año.
Tipos de alopecia en la barba
Algunas de las alopecias que afectan al cuero cabelludo pueden observarse también en la barba, como la alopecia areata o la alopecia fibrosante. La primera es eversible y la segunda, controlable.
Por su parte, la alopecia areata afecta a un 2% de la población y se presenta en forma de calvas en la barba, generalmente con círculos muy delimitados.
Es una enfermedad autoinmune que se origina por las propias defensas del cuerpo, que inhiben a los folículos pilosos destruyendo a los pelos, aunque es temporal y en el 50% de los casos se recupera en el plazo de un año.
Por otro lado, la alopecia frontal fibrosante suele producir una pérdida simétrica que comienza en ambas mejillas, junto con la pérdida de las patillas.