Las zoonosis, es decir, las enfermedades que se transmiten desde los animales al hombre, pueden contagiarse por vía alimentaria o por otras vías como la respiratoria, el contacto con los animales y sus fluidos, o a través de vectores como, garrapatas, mosquitos o pulgas.
Dentro de las zoonosis que no se adquieren por el consumo de alimentos, las transmitidas por vectores, especialmente insectos hematófagos, son las más ligadas al verano.
Estos vectores, han proliferado en la Región de Murcia, como en el resto de España, en los últimos años, debido a la globalización, que ha permitido la llegada de especies invasoras, y al impacto del cambio climático. La subida de las temperaturas derivada de este fenómeno, ha hecho que los vectores se reproduzcan más rápido y durante más tiempo.
En la Región de Murcia destacan dos vectores: la garrapata el mosquito tigre.
En el caso de las garrapatas, el riesgo de su picadura ha aumentado, ya que anteriormente aparecían fundamentalmente en parajes naturales y entornos rurales como bosques y montes, y actualmente se han extendido a zonas habitadas poco urbanizadas como los extrarradios de las urbanizaciones, casas de campo, y de pueblo con solares y campos de cultivo cercanos.
Hoy en día, es muy frecuente encontrárnoslas durante las rutinas diarias, durante los paseos y las actividades deportivas al aire libre.
Inés Villa, veterinaria y técnica responsable de zoonosis del Servicio de Seguridad Alimentaria y Zoonosis de la Región de Murcia, explica que las acciones de Vigilancia realizadas desde la Dirección General de Salud Pública y Adicciones en colaboración la UMU, el Colegio Oficial de Veterinarios y algunos ayuntamientos, apuntan a que esta expansión se ha visto favorecida por el aumento de las poblaciones no controladas de conejos silvestres y jabalíes.
Estos animales silvestres sin control, que se han desplazado a los entornos humanos, sirven de hospedadores a las garrapatas, y facilitan que lleguen hasta las personas.
Fumigar solo no elimina las garrapatas
La veterinaria explica que, para controlar la proliferación de estos vectores y, por tanto, de las enfermedades que transmiten es fundamental la colaboración de la población.
“Fumigar no es suficiente, es necesario que colaboren tanto las Administraciones Públicas como las personas particulares” abordando el problema desde un punto de vista integral. Para ello, da unas recomendaciones.
- Controlar a los hospedadores clave: para mantener ‘a raya’ a las garrapatas, es fundamental controlar a los animales que sirven de hospedador como los conejos y los jabalíes.
La veterinaria también recomienda que las personas eviten el contacto de sus animales particulares con los silvestres, y no escatimen en las revisiones y control veterinario de sus mascotas.
- Reducir las zonas de cobijo: “de poco sirve fumigar si el producto no llega porque la garrapata está escondida”, apunta Inés Villa. Estas zonas de cobijo, en el caso de las garrapatas, son matorrales o zonas donde la hierba esté alta.
- Fumigar: tras haber eliminado las zonas de cobijo, la veterinaria recomienda fumigar los lugares donde nuestra casa, finca o espacio pueda permitir a los vectores entrar en contacto con algún animal con riesgo de estar infestado.
¿Y si ya me ha picado?
Los veterinarios recomiendan transitar las zonas con riesgo de infestación por garrapatas, vestidos con ropa larga, clara, y utilizar sistemáticamente repelentes.
La revisión al volver a casa de piel y ropa en busca de alguna garrapata y ducharnos nada más llegar, es fundamental, ya que puede suceder, que nos encontremos todavía al parásito ‘paseando’ por nuestra piel o incrustado.
Cuando la garrapata está adherida, se recomienda su extracción lo antes posible tirando de la misma con unas pinzas sin modificar el ángulo de adhesión, para evitar que parte de la cavidad bucal del animal se quede dentro.
Si encontramos una picadura importante, debemos observar la evolución durante los siguientes diez a veinte días, para confirmar que no hay ningún problema, consultando con el médico, en caso de observarse reacciones excesivas o extrañas.
Si comprobamos la existencia de zonas altamente infestadas de garrapatas en nuestro entorno, es conveniente informar a los servicios municipales para dejar constancia.
Por su parte, los mosquitos tigre, actualmente ya presentes en toda la Región, es bien conocido que, las zonas con agua estancada (macetas o charcos) sirven para que las hembras pongan los huevos, que en pocos días, se convertirán en más mosquitos, por lo que es importante este control.