Imágenes de satélite muestran como la pandemia del covid-19 hace descender la contaminación en las ciudades y SEPAR (Sociedad Española de Enfermedades Respiratorias) recuerda la importancia de respirar un aire limpio para prevenir enfermedades y preservar la salud de la población.
Los bajos niveles de contaminación actuales están relacionados principalmente con el descenso del tráfico. A su vez, la contaminación ambiental contribuye al envejecimiento de los pulmones y a incrementar las enfermedades respiratorias.
Sin embargo, este descenso de la contaminación urbana llega tarde para todos los pacientes que están luchando hoy contra el covid-19 por las consecuencias que la exposición prolongada a la contaminación tiene en la salud de la población.
La contaminación crónica del aire facilita el deterioro prematuro de los pulmones y contribuye al desarrollo de patologías respiratorias que están vinculadas a las tasas de mortalidad por coronavirus más altas. La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica hace suya esta reflexión y recuerda la importante relación entre calidad de aire y enfermedades respiratorias.
Cada vez hay más evidencias científicas que demuestran que la contaminación del aire es altamente nociva para los pulmones, y que causa y empeora infecciones y patologías respiratorias crónicas como insuficiencia respiratoria, EPOC y asma. “Desde SEPAR, sin dejar de poner todo nuestro empeño en la lucha contra la pandemia del covid-19 en las que estamos implicados en primera línea, queremos recordar una vez más la necesidad de adoptar medidas para reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire de nuestro entorno” explica el doctor Carlos Jiménez-Ruiz, neumólogo y presidente de SEPAR
La doctora Isabel Urrutia, neumóloga y coordinadora del Área de Medio Ambiente de SEPAR, recuerda que la contaminación es un grave problema sanitario que causa 10.000 muertes anuales en España y que los cuatro contaminantes más peligrosos para la salud son: el dióxido de nitrógeno, el ozono, las partículas en suspensión y el dióxido de azufre.
Diversas ciudades españolas superan a menudo los niveles recomendados para la salud humana de distintos contaminantes y partículas. “En los días en que esto ocurre aumentan los ingresos hospitalarios, las consultas médicas y las atenciones en urgencias, especialmente de los enfermos crónicos respiratorios: asmáticos y pacientes con EPOC”, destaca la doctora Urrutia.
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